En ocasiones, aparecen, no sabes muy bien de dónde, pero ya están ahí. Parece que ya es tarde para evitarlos, que tienes que evitarlos, y que van a provocar una catástrofe. Y todo esto, porque no nos conocemos, porque no conocemos qué nos está pasando, y porque hay un halo de escepticismo que rodea a la palabra celos.
¿Qué son los celos?
Me gustaría explicar esta palabra como un síntoma, como una etiqueta que se utiliza para describir un conjunto de emociones, pensamientos, conductas y sensaciones fisiológicas. De esta forma, desmenuzando el significado, pienso que es más fácil reconciliarse con la palabra y aprender más de nosotras, y dejar de juzgarnos de una vez por todas.
¿Qué emociones pueden estar apareciendo cuando una persona dice que siente celos?
Las principales emociones que aparecen son la rabia, la tristeza y el miedo. Estas emociones pueden aparecer en conjunto o por separado. Lo habitual es que se vayan alternando, y que todas ellas influyan en el resultado final de la etiqueta “celos”. La persona puede ser que sienta miedo de perder a su pareja, miedo a que otra persona aparezca en la vida de su pareja, y “destrone” su lugar…; puede aparecer la tristeza, por imaginarse la vida sin la pareja, por las expectativas de su vida sin esa persona…; y la rabia puede aparecer como una forma proteger la relación, y también una forma de poner tus límites.
Todas las emociones que se han nombrado anteriormente cumplen su función, y ninguna de ellas por sí sola puede ser perjudicial. El conflicto aparecería cuando estas emociones se llevan al extremo, cuando no se saben identificar, cuando no se saben observar y entender qué nos están diciendo, y todo esto antes de actuar. Por ello, conocerse a una misma puede ayudar a la hora de manejar los “celos”.
¿Qué pensamientos aparecen cuando la persona dice que siente celos?
Pueden aparecer muchos tipos de pensamientos, y están relacionados tanto con las creencias de la persona como de su experiencia de vida. Existen pensamientos que pueden preceder a la experiencia de celos, y también otros que aparecen durante y después de la experiencia… todos ellos favorecen que esta experiencia se repita una y otra vez.
La persona parece que esté metida en una espiral de la que es difícil salir. Por ello de nuevo es importante que la persona identifique qué se dice antes de que aparezca la experiencia, qué se dice durante la experiencia y después de la experiencia.
Cambiar los pensamientos de por sí es complicado, por ello es esencial abordar la situación de una forma holística, esto quiere decir, teniendo en cuenta las emociones, las cogniciones, las conductas y la respuesta fisiológica.
Si solo nos quedamos en los pensamientos, resultará complicado atender a esta situación. Es verdad que una vez identificas los pensamientos, poco a poco y en un contexto terapéutico, puedes ir validando si esos pensamientos se corresponden con la realidad, de dónde vienen, para qué están ahí, qué función tienen…
¿Qué conductas aparecen cuando la persona dice que siente celos?
Las conductas, al igual que los pensamientos, pueden ser muy variadas. En estos días, con la tecnología, las redes sociales, el WhatsApp… las personas pueden entrar en conductas que poco a poco pueden ir destruyendo la relación.
Estas conductas son: mirar el móvil de la otra persona, querer saber dónde está en todo momento… Si estás en el lado de la persona que sufre estas conductas de su pareja, esta relación no es sana y bajo ningún concepto puedes permitir que alguien quiera controlarte.
En este apartado, quiero aclarar que si estás en el otro lado, tú no puedes cambiar a la otra persona, ni saber que la otra persona puede cambiar debe darte esperanzas; ya que si no es tu pareja la que esté comprometida con ese cambio, sino es tu pareja la que está leyendo este artículo en este momento y acudiendo a terapia, no va a cambiar.
Una vez aclarado esto, si tú misma experimentas los celos, decirte que estas conductas o el deseo de realizar estas conductas, puede desaparecer si te comprometes en un proceso terapéutico, un proceso en el que te comprometas contigo misma, y empieces a quererte primero a ti para poder querer bien.
Con respecto a las respuestas fisiológicas decir que los celos, con todas sus emociones, pensamientos y conductas, pueden producir determinadas respuestas en nuestro cuerpo. Entre ellas está la tensión de nuestros músculos, la poca apertura durante el sexo debido a nuestra falta de confianza en nuestra pareja… y todo esto, puede cambiarse, puede solucionarse, pero solo si estás comprometida contigo misma, y con la relación.
Solo si alguien quiere cambiar, y se compromete a emprender un proceso terapéutico, puede empezar a conocerse, y poco a poco dejar a los celos como una etiqueta que puede mirarse de frente y no hacerte daño ni a ti misma, ni a la persona que está contigo.
Con todo esto, decir que los celos en sí no son perjudiciales, los celos pueden enseñarnos quiénes somos, qué queremos, qué no queremos… dónde están nuestros límites, en qué lugar queremos estar en la relación… pero si los celos comienzan a afectarnos en nuestra vida cotidiana, si los celos nos hacen daño a nosotras mismas, si los celos hacen daño a la otra persona, entonces es necesario emprender un proceso psicoterapéutico, y aprender a quererse para querer bien.
Lara Knaggs
Psicóloga-Psicoterapeuta Counsellor Humanista Integrativa con perspectiva de género.
Acompaño a mujeres que quieren quererse primero a ellas mismas, para poder querer bien.
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